India se está esforzando por posicionarse como la próxima superpotencia tecnológica y de fabricación, rivalizando directamente con China. Ha implementado políticas destinadas a atraer a grandes empresas tecnológicas como Samsung y Apple, ofreciendo incentivos y construyendo grandes parques empresariales y tecnológicos. Uno de estos es el Bangabandhu Hi-Tech City en Bangladés, iniciado en 1999 y abierto en 2015, con la ambición de albergar 100,000 trabajadores para 2025 y convertirse en la ciudad de alta tecnología más grande del país. Sin embargo, este parque tecnológico enfrenta numerosos desafíos.
Las compañías han reportado múltiples problemas con el Bangabandhu Hi-Tech City, incluyendo la ubicación remota que desincentiva a los empleados a mudarse, problemas con la infraestructura de transporte, burocracia excesiva, e incluso apagones prolongados. Estos inconvenientes han limitado la atracción de empresas y talento, a pesar de sus ambiciosas instalaciones. Por ejemplo, DataSoft solo ha contratado a tres trabajadores a tiempo completo para su sede en el parque, y Hyundai es una de las pocas empresas con una presencia significativa.
Más allá de los problemas operativos y de infraestructura, un desafío crítico es la falta de talento local cualificado para ocupar puestos especializados en áreas como inteligencia artificial o blockchain. Esto limita aún más el potencial del parque para atraer inversión extranjera y local, esencial para su éxito.
Adicionalmente, otros proyectos tecnológicos en Bangladés han enfrentado desafíos similares. El Parque Tecnológico de Software Sheikh Hasina, por ejemplo, ha tenido dificultades para atraer empresas y talento, con apenas 1,600 trabajadores diarios de los 20,000 esperados. Esta situación sugiere problemas sistémicos en la estrategia de desarrollo tecnológico del país, que requiere una revisión para garantizar el éxito futuro.
India y Bangladés deben abordar estos problemas estructurales, de talento y de infraestructura si desean competir globalmente como centros de alta tecnología y fabricación. La experiencia de estos parques tecnológicos muestra la importancia de construir no solo edificaciones, sino también comunidades, sistemas de transporte eficientes, y ecosistemas empresariales y educativos que puedan sostener y promover la innovación y el crecimiento económico.
