Kagi quiere plantar cara a Google con un buscador de pago. Y lo cierto es que funciona realmente bien

Recientemente, se ha generado un considerable revuelo en el mundo tecnológico debido a los informes de que Google podría empezar a cobrar por el acceso a sus resultados de búsqueda generados por inteligencia artificial (IA), según reveló el Financial Times. Esta decisión representaría un cambio radical en su modelo de negocio, orientándose hacia servicios premium como Google One o YouTube Premium, en lugar de servicios gratuitos financiados mediante publicidad como Google Search. Esta estrategia aborda los costos significativamente más altos que conlleva la utilización de IA generativa comparada con las búsquedas tradicionales.

En contraposición, se destaca a Kagi, un motor de búsqueda que promete una experiencia de usuario superior sin anuncios y con un enfoque distinto en la ordenación de los resultados. Kagi ofrece un uso inicial gratuito, con una suscripción de 5 dólares al mes que escala a 10 para un uso ilimitado. A diferencia de Google, Kagi se compromete a entregar resultados menos saturados de publicidad y más centrados en la calidad del contenido.

Sin embargo, Kagi no es completamente independiente de Google, ya que utiliza su infraestructura junto con otros recursos como Flickr y Wikimedia Commons para generar sus resultados. Aun así, busca distinguirse ofreciendo una manera distinta de presentar y priorizar la información, promoviendo sitios con menos publicidad y rastreadores.

El mercado de motores de búsqueda pagados como Kagi enfrenta desafíos significativos, especialmente en un contexto donde la fatiga por suscripción a múltiples servicios es palpable. Experiencias previas como la de Neeva, a pesar de integrar IA generativa y buscar viabilidad a través de un pequeño segmento de usuarios dispuestos a pagar, no han logrado un éxito rotundo.

Por su parte, Google posee una ventaja considerable gracias a su ecosistema integrado de servicios, aumentando la probabilidad de que los usuarios se mantengan dentro de su órbita a pesar de cualquier intento de independizarse. Este dominio y la dificultad para desligarse completamente de sus servicios sugieren que un modelo de suscripción podría ser más aceptable si viene de la mano de Google, dada su amplia oferta de productos y la fuerza de su marca.