La ciencia se hizo ilusiones con haber encontrado una raya preñada sin machos en un acuario. La realidad fue más triste

En el Acuario y Laboratorio de Tiburones en Hendersonville, Carolina del Norte, se generó una sensación viral cuando se anunció que Charlotte, una raya redonda hembra que no había estado en contacto con un macho durante más de ocho años, estaba embarazada. Este incidente provocó un intenso debate y especulación sobre cómo había ocurrido, dadas las condiciones habituales de reproducción en las rayas que involucran la fecundación de huevos por parte de machos. La situación descartaba la posibilidad de reproducción sexual normal dado que Charlotte compartía su tanque únicamente con dos tiburones bambú y no había machos de su especie presentes.

La inusual noticia llevó a explorar primero la hipótesis de un potencial apareamiento con uno de los tiburones bambú, a pesar de que son genéticamente distintos y no se conocen casos documentados de interacción reproductiva entre tiburones y rayas. No obstante, se observaron marcas de mordeduras en Charlotte que podrían indicar un comportamiento de apareamiento por parte de los tiburones, aunque esta teoría fue considerada altamente improbable.

La siguiente explicación propuesta fue la partenogénesis, un tipo de reproducción asexual en el que una hembra produce un embrión sin fertilización, un fenómeno conocido pero raro en las rayas. La espera para confirmar esta teoría requería el nacimiento de las crías y análisis subsiguientes. Sin embargo, antes de que estos pudieran realizarse, el acuario reveló una explicación menos extraordinaria pero igual de significativa: Charlotte sufría de una grave enfermedad reproductiva que imitaba los síntomas del embarazo, una afección documentada anteriormente en rayas cautivas. Este diagnóstico marcó un desenlace triste y eliminó la posibilidad de un fenómeno reproductivo raro, centrándose en cambio en el bienestar y tratamiento de Charlotte. La enfermedad, caracterizada por un útero agrandado y ovarios quísticos, supuso un giro en la historia, cambiando el enfoque del misterio de su «embarazo» a la atención médica y la investigación sobre la enfermedad.