la ciencia tiene una opinión diferente

La enfermedad celíaca puede complicar la vida social de quienes la padecen, especialmente en situaciones tan comunes como los besos si la pareja ha consumido alimentos con gluten. Sin embargo, la ciencia ha aportado tranquilidad a esta preocupación con un estudio preliminar presentado en la Digestive Disease Week 2025, que indica que la cantidad de gluten transferida mediante un beso es tan mínima que es improbable que cause consecuencias clínicas significativas.

En este estudio, se invitó a 20 parejas, donde una persona no tenía celiaquía y consumió gluten, a besarse con su pareja celíaca. Los resultados mostraron que en la mayoría de los casos, los niveles de gluten en la saliva de la persona celíaca estaban por debajo del umbral de seguridad de 20 mg, y ningún participante reportó síntomas de intolerancia al gluten. Además, estas pequeñas cantidades de gluten están en línea con las consideradas seguras por estudios previos, los cuales sugieren que las dosis preocupantes para personas con celiaquía son mucho mayores y deben ser constantes en el tiempo para representar un riesgo.

El concepto de seguridad se extiende más allá de los besos, ya que estudios adicionales demuestran que incluso siguiendo una dieta estricta libre de gluten, las personas con celiaquía pueden consumir accidentalmente pequeñas cantidades de gluten sin sufrir empeoramiento clínico ni daño intestinal, presumiblemente debido a la contaminación cruzada. Esto refuerza la idea de que exposiciones ocasionales y en microdosis, como puede ser un beso, no deberían representar un problema.

La recomendación existente, respaldada por la lógica y ahora por evidencia científica, es simplemente evitar los besos en momentos en que la boca de la pareja contenga restos visibles de alimentos con gluten, esperando un tiempo o tomando medidas simples como beber agua o cepillarse los dientes para minimizar el riesgo.

Este estudio ofrece una perspectiva tranquilizadora y valida las recomendaciones que grupos de pacientes y expertos han promovido, confirmando que el riesgo asociado a los besos para las personas con celiaquía es bajo.