La productora de cine más cool del momento afronta un dilema: o hacerse milmillonaria o rechazar la IA

A24, conocida por su innovador enfoque en el cine con éxitos como ‘Hereditary’ y ‘Todo a la vez en todas partes’, se enfrenta a un momento decisivo. Desde su fundación en 2012 por Daniel Katz, David Fenkel, y John Hodges, con un capital inicial de 20 millones de dólares, A24 ha desafiado las convenciones de Hollywood y se ha establecido como un movimiento cultural con una valoración de 3.500 millones de dólares doce años después. Su éxito se debe a su enfoque en películas de terror artístico y drama experimental, alejándose de las típicas franquicias de Hollywood y apostando por directores como Ari Aster y Barry Jenkins.

El éxito masivo de películas como ‘Todo a la vez en todas partes’, que con solo 15 millones de presupuesto recaudó 140 millones a nivel mundial y ganó siete Oscars, ha colocado a A24 en la mira del público y los inversores. Sin embargo, este éxito ha traído consigo dilemas sobre el crecimiento y la expansión, presionando a la productora hacia decisiones críticas sobre su futuro y su identidad.

A24 ahora se debate entre aceptar inversiones de capital de riesgo que podrían impulsarla a una expansión global y una optimización de procesos potencialmente a costa de sus principios artísticos y éticos, o mantenerse fiel a sus valores fundacionales, posiblemente rechazando la integración de la inteligencia artificial (IA) en su producción. La llegada de Joshua Kushner con una oferta de 75 millones de dólares de su fondo Thrive Capital, pro-IA pero sin presiones creativas aparentes, plantea una oportunidad y al mismo tiempo un riesgo para la autenticidad de A24.

La productora se enfrenta a la inevitable revolución de la IA en Hollywood. A pesar del uso limitado de tecnología IA en efectos especiales y diseño, cierto rechazo por parte del público sugiere que A24 debe manejar cuidadosamente su relación con la tecnología para conservar su identidad única. Con opciones que pueden redefinir su lugar en la industria, A24 está en una encrucijada que determinará si puede seguir siendo un bastión de la innovación cinematográfica sin comprometer sus valores.