El boom de la inteligencia artificial (IA) se ha extendido a múltiples sectores, incluyendo el marítimo, donde está revolucionando desde la navegación autónoma de barcos hasta la detección de embarcaciones de pesca ilegales mediante satélites. Un desarrollo notable en este ámbito es el de China, que ha presentado unas lanchas autónomas diseñadas para reemplazar o asistir a los socorristas en labores de rescate marítimo. Desarrolladas por investigadores del Instituto Hefei de Ciencias Físicas de la Academia China de Ciencias, estas lanchas, denominadas USV (vehículos de superficie no tripulados), están pensadas para mejorar las operaciones de salvamento.
A diferencia de los socorristas humanos, que deben enfrentarse a limitaciones físicas y de visibilidad, los USV están equipados con inteligencia artificial y macrodatos, permitiéndoles monitorizar continuamente, detectar situaciones de peligro en tiempo real y realizar rescates de forma autónoma. A pesar de su tamaño compacto, estos vehículos cuentan con asideros para que las personas rescatadas puedan sujetarse durante el salvamento.
Los USV se benefician de un avanzado sistema de inteligencia artificial que analiza datos de múltiples sensores y más de 100 cámaras, ópticas y térmicas, garantizando una vigilancia constante en áreas clave proclives a accidentes. Este cerebro electrónico es capaz de identificar movimientos sutiles en el agua y evaluarlos para enviar alertas a los operadores y dirigir el dron hacia la persona en peligro.
Aunque inicialmente son guiados de manera remota, los USV pueden operar completamente en autonomía una vez en la zona de actuación, minimizando la necesidad de intervención humana y agilizando los procesos de rescate. Su implementación, a pesar de requerir una considerable infraestructura de vigilancia, promete aumentar la seguridad en zonas de baño y añadir una capa adicional de tranquilidad para los bañistas, al mejorar la fiabilidad y rapidez de los rescates marítimos.