Twitter, desde la adquisición por parte de Elon Musk, ha estado enfrentando cambios controvertidos y significativos, culminando con un cambio de nombre y logo, reemplazándolo todo por “X”. Bajo la nueva gestión, la plataforma ha sido criticada por introducir un modelo de negocios «pay to win», donde los usuarios deben pagar por visibilidad, funciones adicionales y incluso la verificación de identidad. Este modelo ha generado descontento, pues incluso los suscriptores Premium continúan viendo anuncios.
La plataforma también ha sido señalada por su atmósfera cada vez más tóxica, plagada de odio, fraudes, estafas, y un mercado de NFTs cuestionable, alejando a muchos de sus usuarios a buscar alternativas. A pesar de explorar opciones como Mastodon o Bluesky, el autor encontró estos intentos insatisfactorios hasta la llegada de Threads, «el Twitter de Instagram», que, a diferencia de Twitter, prometía una experiencia más amigable y centrada en la interacción social real.
Threads, aunque lanzado con urgencia en respuesta a la disconformidad con Twitter, y no exento de problemas técnicos y de privacidad, ofrece una plataforma enfocada en la comunicación textual con funciones útiles como la subida de fotos, videos, encuestas, GIFs, y hashtags, sin tener mensajes directos. La diferencia clave radica en su ambiente, descrito como más amigable y abierto a la interacción. A través de su integración con Instagram, Threads facilita seguir y comunicarse con conocidos en una plataforma nueva, promoviendo un ambiente sano, libre de publicidad, aunque no se descarta que pueda cambiar en el futuro.
Sin embargo, Threads aún enfrenta desafíos como la falta de un sistema de hashtags efectivo y la ausencia de medios de comunicación, elementos que enriquecían la experiencia de Twitter. A pesar de que Threads no es perfecto y necesita ajustes, especialmente en su algoritmo, el autor lo prefiere sobre Twitter, señalando que la plataforma de Meta tiene un gran potencial de crecimiento e innovación. La esperanza es que Threads se convierta en una verdadera red social enfocada en el descubrimiento y la conversación significativa, algo que Twitter, ahora X, ha estado perdiendo.
