Meta y la Open Source Initiative (OSI) se encuentran en desacuerdo respecto a si los modelos de inteligencia artificial (IA) de Meta, como LLaMa 2 y LLaMa 3, realmente califican como «código abierto». A pesar de que Meta sostiene que sus modelos son de código abierto, la OSI argumenta lo contrario. La discrepancia radica en los términos restrictivos de las licencias de Meta, los cuales, según la OSI, no cumplen con los estándares establecidos para considerarse código abierto. En concreto, estos términos incluyen limitaciones en el uso de los modelos para proyectos masivos que superen los 700 millones de usuarios activos mensuales, donde se requeriría una licencia adicional. Además, ciertos usos como promover spam, desarrollar armas de fuego, o aplicaciones para infraestructura crítica y maquinaria pesada están prohibidos.
Stefano Maffulli, director de la OSI, acusa a Meta de «contaminar» la noción de código abierto al usar este término para describir sus modelos, a pesar de estas restricciones. Este uso, según Maffulli, podría confundir a los usuarios y obstaculizar el progreso de la IA abierta. Meta, por otro lado, argumenta que la definición actual de código abierto no contempla la complejidad inherente a los modelos de IA y aboga por una nueva definición que se adapte mejor a estos tiempos.
A pesar de no calificar como código abierto bajo los criterios de la OSI, los modelos LLaMa ofrecen ciertos grados de accesibilidad, permitiendo a los usuarios acceder a versiones del modelo, sus pesos y código de evaluación para crear proyectos propios. Esta accesibilidad presenta más libertades que modelos completamente cerrados, como GPT-4 de OpenAI, pero sigue enfrentando críticas debido a sus restricciones.
La posición de Meta, de querer considerar sus modelos como código abierto a pesar de las restricciones, centra el debate en la evolución de los conceptos de código abierto en el contexto de la IA y el desarrollo tecnológico actual. La disputa destaca el desafío de actualizar y adaptar definiciones en una industria en rápida evolución, donde las prácticas y tecnologías emergentes constantemente desafían las normas establecidas.
