Un reciente documento de soporte de Microsoft despertó inquietudes sobre la supuesta desaparición del icónico Panel de Control en Windows, un componente que ha acompañado al sistema operativo por casi cuatro décadas. Pero Microsoft ha aclarado que, en realidad, no desaparecerá tan prontamente. La empresa está migrando gradualmente muchas de las funciones del Panel de Control hacia la aplicación de Configuración, buscando ofrecer una experiencia de usuario más moderna y fluida, un proceso que ha sido continuo, especialmente visible en la transición hacia Windows 11.
La aplicación de Configuración, que adquirió protagonismo a partir de Windows 10 e incrementó su importancia en Windows 11, ha asumido gradualmente funciones antes exclusivas del Panel de Control, tales como la configuración de pantallas o la gestión de aplicaciones. Esto ha reducido la necesidad de acceder al Panel de Control, aunque éste continúa disponible, y su presencia está confirmada en la próxima gran actualización de Windows 11, la versión 24H2.
Sin embargo, el Panel de Control aún conserva su relevancia, particularmente para configuraciones más avanzadas y para usuarios que prefieren su enfoque más técnico. Además, la compatibilidad hacia atrás, especialmente importante para negocios que utilizan dispositivos y aplicaciones más antiguos, sigue justificando la existencia del Panel de Control. Por otro lado, mientras algunas aplicaciones clásicas de Windows han experimentado cambios estéticos a lo largo de los años, el Panel de Control ha mantenido su diseño característico, similar al de las épocas de Windows Vista y Windows 7, lo que le confiere un aspecto distintivo y nostálgico dentro del sistema operativo.
