NVIDIA ha superado recientemente las expectativas con sus resultados financieros para el segundo trimestre fiscal, reportando beneficios ajustados de 1,05 dólares por acción y ingresos de 46.740 millones de dólares, superando las previsiones de los analistas. Además, ha proyectado ingresos de 54.000 millones para el próximo trimestre, lo que indica un optimismo continuo.
A pesar de estos resultados positivos, el mercado reaccionó negativamente, con una caída del 3% en las acciones de NVIDIA tras el anuncio. Esta reacción destaca la presión extraordinaria sobre la empresa debido a su elevada capitalización de mercado y las altas expectativas vinculadas al ‘boom’ de la inteligencia artificial (IA).
Uno de los desafíos significativos para NVIDIA ha sido el impacto de las tensiones geopolíticas con China, lo que ha resultado en la ausencia de ventas del chip H20 en ese país durante el trimestre. A pesar de que la empresa tiene una demanda reprimida de entre 2.000 y 5.000 millones de dólares en pedidos listos para enviar a China, la incertidumbre regulatoria ha impedido cualquier previsión de ventas en esa región para el próximo trimestre.
El CEO de NVIDIA, Jensen Huang, ha expresado abiertamente su frustración con la situación, señalando la importancia del mercado chino para la industria de la IA. A pesar de los desafíos, NVIDIA está explorando formas de ajustar sus productos para cumplir con las regulaciones y mantener acceso al mercado chino.
Por otro lado, los ingresos del segmento de centros de datos de NVIDIA, aunque constituyen el 88% de los ingresos totales, han mostrado un crecimiento más lento de lo esperado. Este segmento ha sido crucial para NVIDIA, especialmente considerando las masivas inversiones de grandes tecnológicas en infraestructura de IA.
Jensen Huang sigue siendo optimista sobre la demanda de los productos NVIDIA, destacando especialmente la producción acelerada del chip Blackwell Ultra debido a la demanda «extraordinaria». Sin embargo, el crecimiento interanual de ingresos ha sido el más lento en los últimos trimestres, destacando los desafíos a los que se enfrenta la empresa.
En medio de estas presiones, NVIDIA ha anunciado un plan de recompra de acciones por valor de 60.000 millones de dólares, lo que sugiere un intento de sostener el precio de sus acciones ante futuros desafíos, incluidas las restricciones regulatorias y el acceso limitado al mercado chino. Este movimiento refleja tanto la confianza en su liderazgo en la industria de la IA como la complejidad de operar en un entorno global incierto.