pagar a la gente para que se case

La caída de la natalidad globalmente es un fenómeno que demógrafos asocian directamente con la disminución en matrimonios, destacando que la correlación entre el matrimonio y la fertilidad es notablemente alta. En la búsqueda de soluciones, emerge la propuesta de incentivar económicamente el matrimonio, fundamentada en observaciones de que los ingresos de los hombres influyen en la tasa de matrimonios. Efectivamente, donde los hombres poseen mayores ingresos, las tasas de matrimonio tienden a ser más altas, sugiriendo una conexión entre capacidad económica y disposición al matrimonio.

Este vínculo puede entenderse bajo la idea de que el matrimonio actúa como un tipo de seguro, especialmente para las mujeres quienes enfrentan mayores riesgos en términos de salud, empleo y economía al tener hijos. La figura del esposo se considera entonces una especie de póliza de seguro, no solo por sustento económico sino como apoyo ante los desafíos de la crianza.

Sin embargo, el desequilibrio en la distribución de ingresos recientes en EEUU, donde hombres jóvenes experimentan estancamiento o reducción de ingresos reales, hace que el ‘valor’ de este ‘seguro matrimonial’ disminuya. Esto, sumado a que las expectativas y naturaleza del matrimonio apenas han cambiado, hace que casarse sea menos atractivo para algunas personas.

Curiosamente, estudios indican que los ingresos adicionales tienen un efecto más significativo en la probabilidad de que los hombres se casen, en comparación con las mujeres. Este hallazgo plantea que incentivar el matrimonio a través de subsidios podría ser una estrategia viable y efectiva, posiblemente más que los subsidios a la maternidad, para aumentar las tasas de matrimonio y, potencialmente, de natalidad. En conclusión, mientras la propuesta de pagar a las personas para que se casen pueda sonar radical, las investigaciones sugieren que los subsidios matrimoniales podrían influir positivamente en las decisiones de matrimonio y, por extensión, en las tasas de natalidad.