quien controla los electrones, controla la IA

Iberdrola ha anunciado un ambicioso plan de inversión que posiciona a la compañía como una infraestructura clave en la revolución de la inteligencia artificial (IA) en Occidente. Con una inversión de 58,000 millones de euros hasta 2028, un aumento del 30% respecto al plan anterior, Iberdrola busca expandir su presencia principalmente en el Reino Unido y Estados Unidos, con un enfoque significativo en fortalecer las redes eléctricas. Esta estrategia refleja el entendimiento de la empresa sobre la creciente demanda energética impulsada por los centros de datos de IA, buscando posicionar a Iberdrola como el equivalente en energía de lo que TSMC representa en la fabricación de semiconductores.

La compañía, bajo la dirección de Ignacio Galán, apunta a centrarse en mercados con regulaciones favorables que permitan rentabilidades atractivas, como lo demuestra la asignación del 65% de las inversiones a EE. UU. y al Reino Unido. La inversión se dirige predominantemente hacia las redes eléctricas, las cuales son vistas como una fuente de ingresos estable y regulado, reduciendo la exposición de la empresa a los volátiles precios de la energía.

Iberdrola también enfrenta desafíos regulatorios, especialmente en España, donde las condiciones propuestas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) son menos atractivas en comparación con las expectativas de la empresa. Galán ha indicado que, de no encontrar un entorno favorable, podrían redirigir inversiones hacia otros países.

El plan no solo se trata de una expansión geográfica, sino también de un giro estratégico hacia asegurar una posición dominante en la infraestructura energética que sustentará el crecimiento tecnológico futuro, especialmente en la IA y la electrificación. Si bien la estrategia implica riesgos significativos, incluyendo posibles bloqueos regulatorios en EE. UU. y las incertidumbres del Brexit en el Reino Unido, el objetivo de Iberdrola es claro: convertirse en el electrificador de la revolución de la IA, lo cual podría posicionar a la empresa en el corazón del cambio tecnológico en las próximas décadas.