El uso de la inteligencia artificial (IA) está en constante crecimiento, generando fascinación y adopción entre las personas, especialmente entre aquellas con menor conocimiento técnico sobre cómo funcionan estas tecnologías. Un estudio recientemente publicado en el Journal of Marketing por Stephanie Tully, Chiara Longoni y Gil Appel, explora esta paradoja, revelando que la falta de entendimiento sobre la IA impulsa el entusiasmo por su uso. La investigación se basó en encuestas y experimentos realizados a nivel global, incluyendo una muestra de 234 estudiantes universitarios. Los resultados indican que quienes tienen menos alfabetización en IA son más propensos a utilizar estas herramientas por su percepción mágica y misteriosa, en contraposición a quienes, al comprender los procesos técnicos, adoptan una perspectiva más crítica.
Los investigadores destacan que este fenómeno no se debe a una percepción de mayor capacidad o menor peligrosidad de la IA, sino a la curiosidad y confianza que despierta su aparente magia. Aclaran que esta fascinación no es universal y varía según el contexto, la tarea a realizar y la experiencia previa del usuario. Sin embargo, el conocimiento técnico de la IA permite reconocer sus riesgos y beneficios, y tomar decisiones informadas sobre su uso.
El estudio también tiene implicaciones para las empresas desarrolladoras de productos basados en IA, sugiriendo que deberían enfocarse en usuarios con menor conocimiento técnico como público objetivo, sin obviar la importancia de la transparencia y educación sobre el funcionamiento de estas tecnologías para construir confianza a largo plazo.
En resumen, aunque el asombro inicial puede ser un motor para la adopción de la IA, el conocimiento y comprensión de sus mecanismos permiten una relación más saludable y productiva con estas tecnologías, promoviendo un uso informado y crítico.
