requiere que nos fiemos de Microsoft más que de nadie

La relación entre Microsoft y la confianza de sus usuarios ha sido complicada a lo largo de los años, con la empresa siendo acusada de aprovechar su posición dominante en el mercado para forzar el uso de sus productos, como Internet Explorer, Windows Media Player, Teams, y OneDrive, lo que ha generado desconfianza. A esto se suma la reciente introducción de Recall, una función de IA en Windows que actúa como memoria fotográfica del sistema, capturando y catalogando constantemente las acciones del usuario para facilitar búsquedas futuras. Aunque la idea no es nueva y se alinea con funcionalidades de aplicaciones como Rewind (ahora Limitless), la integración de Recall ha suscitado preocupación entre los usuarios y críticas de figuras como Elon Musk, aludiendo a potenciales violaciones de privacidad y comparando la herramienta con episodios de «Black Mirror» y planteamientos distópicos.

Las críticas en plataformas como Reddit también han sido notables, subrayando el riesgo que supone tener grabaciones constantes de la actividad del usuario, lo que podría ser una amenaza de seguridad. A pesar de que Microsoft asegura haber puesto el foco en proteger la privacidad del usuario con Recall, al almacenar datos solo en el dispositivo y ofrecer control sobre qué datos se capturan, persisten preocupaciones sobre la exposición de información sensible como contraseñas o datos financieros.

Estas críticas forman parte de un debate más amplio sobre la recolección de datos por parte de grandes tecnológicas, un tema que no es exclusivo de Microsoft sino que afecta a la industria en general. La empresa ha intentado responder a estas preocupaciones, pero la desconfianza persiste, lo que podría afectar la aceptación de funcionalidades como Recall, a pesar de sus potenciales beneficios. La tensión entre innovación tecnológica, privacidad y seguridad continúa siendo un punto crítico en la relación entre Microsoft y sus usuarios.