su nueva «fiesta» es trabajar 92 horas

En Silicon Valley, una nueva ola de jóvenes emprendedores está priorizando sus proyectos empresariales sobre las tradicionales fiestas con alcohol. Inspirados por figuras como Mark Zuckerberg y Elon Musk, estos jóvenes optan por un estilo de vida donde el trabajo y la productividad son lo más importante. Emily Yuan, por ejemplo, cuestiona la idea de ir a un bar cuando podría estar construyendo su propio negocio. Esta mentalidad refleja una tendencia más amplia en la generación Z, que muestra una disminución en el consumo de alcohol y una preferencia por actividades más saludables y productivas.

Las largas jornadas de trabajo son comunes entre estos emprendedores, con algunos, como Marty Kausas, trabajando más de 90 horas a la semana. Sin embargo, no promueven una cultura de trabajo extremo entre sus empleados. Esta actitud se extiende a sus concepciones de diversión y ocio, con preferencias que difieren significativamente del estereotipo de fiesta con alcohol. En lugar de ello, encuentran alegría y satisfacción en la aventura y el desafío de iniciar y construir una empresa.

La sobriedad está en tendencia en Silicon Valley, en línea con una disminución global en el consumo de alcohol entre la generación Z. Los eventos de la industria ahora a menudo carecen de alcohol, favoreciendo ambientes que promueven la salud y la productividad. Además, la imagen que estos jóvenes emprendedores buscan proyectar es una de disciplina y enfoque en el trabajo, alejándose del consumo de alcohol y las fiestas.

La idea del empresario del futuro es alguien «healthy», que concentra su energía en ser productivo en lugar de participar en el consumo excesivo de alcohol, reflejando un cambio cultural hacia una valoración de la salud y el bienestar. Esta tendencia se ve reforzada por la preferencia de los jóvenes fundadores por reuniones en ambientes más sanos y orientados al trabajo, como saunas y gimnasios, sobre los bares tradicionales. La industria del alcohol enfrenta desafíos ante estos cambios, ya que la sobriedad se convierte en una moda respaldada por la élite tecnológica de Silicon Valley.