Las películas de ciencia ficción han sido por mucho tiempo una ventana a futuros avances tecnológicos, mostrándonos una visión anticipada de lo que podríamos esperar. Desde el «Viaje a la Luna» en el siglo XIX, inspirado en la literatura de Julio Verne, que profetizó los viajes espaciales, hasta «2001: Una odisea del espacio» que introdujo la idea de una inteligencia artificial (IA) avanzada capaz de comunicarse con humanos en lenguaje natural. Esta tradición continuó con «Her» en 2013, una película que narra la relación entre un hombre y Samantha, una asistente virtual dotada de personalidad, empatía y deseos, marcando un contraste con las limitaciones de la tecnología de IA de la época, como Siri, cuyo manejo se limitaba a comandos específicos y carecía de la interacción natural que prometía.
Con el paso del tiempo, si bien hemos visto avances en los asistentes de voz, estos no han cumplido completamente con las promesas iniciales de ser compañeros virtuales plenamente integrados en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, OpenAI ha presentado recientemente desarrollos que podrían ser un antes y después en nuestra interacción con la tecnología. Su lanzamiento de GPT-4o, un modelo de lenguaje grande con capacidades de visión, texto y audio, ha demostrado habilidades sorprendentes, como conversar de manera natural, entender humor y cantar, acercándonos a lo que películas como ‘Her’ imaginaban.
Esta IA multimodal puede interactuar en más de 50 idiomas, reconocer imágenes y responder con una latencia de 320 milisegundos, prometiendo una experiencia mucho más fluída y humana. OpenAI también ha mostrado ejemplos de interacciones con este modelo, incluyendo reconocimiento de objetos y conversaciones que llevan a pensar que estamos cerca de tener asistentes virtuales similares a Samantha, capaces de ofrecer ayuda más allá de tareas simples, aunque esto también plantea preocupaciones de privacidad y seguridad.
Además, se están tomando pasos hacia la integración de esta tecnología en aplicaciones de uso diario, como una posible colaboración con Apple para mejorar el asistente de voz del iPhone en iOS 18, y una aplicación de escritorio para ChatGPT que permitirá una interacción más profunda con la IA. Estos avances nos acercan a una era donde la línea entre la ciencia ficción y la realidad tecnológica se vuelve cada vez más tenue, prometiendo cambios profundos en nuestra interacción diaria con la tecnología.
