Suiza lleva años coqueteando con el Open Source: finalmente obligará a todos los organismos a hacer un cambio definitivo

Suiza ha dado un gran paso hacia la adopción del Open Source en la administración pública con la promulgación de una ley que obliga a las agencias federales a usar software de código abierto, ya sea desarrollado por ellas mismas o por terceros. Esta medida, parte de la «Ley Federal sobre el Uso de Medios Electrónicos para el Cumplimiento de Tareas Gubernamentales» (EMBAG), incluye también la publicación del código fuente bajo licencia abierta, salvo excepciones por derechos de terceros o cuestiones de seguridad. Este esfuerzo busca actualizar los sistemas gubernamentales y divulgar datos administrativos no sensibles, aumentando así la transparencia y la eficacia de la administración pública.

El país ya había estado fomentando alternativas Open Source por más de una década, una política ahora reforzada por esta regulación. A través del portal Open Data, el gobierno suizo proporciona acceso a una vasta cantidad de información administrativa que cubre diversos sectores, desde salud hasta economía, promoviendo la transparencia y participación ciudadana sin requerir registro previo.

Esta obligatoriedad del uso de software Open Source y la publicación de datos administrativos no solo están diseñadas para mejorar la transparencia, seguridad y eficiencia en el gobierno, sino que también han suscitado algunas críticas, particularmente de empresas de software propietario que ven amenazados sus intereses y modelo de negocio.

El movimiento hacia el código abierto pone de manifiesto los beneficios y desafíos de estas tecnologías. El Open Source, caracterizado por su accesibilidad y la posibilidad de ser examinado, modificado y distribuido libremente, es visto como un vehículo para fomentar la innovación y la confianza (a diferencia del modelo de software de código cerrado). En resumen, la decisión de Suiza de abrazar firmemente el Open Source representa un hito importante en la promoción de la transparencia y la eficiencia en la gestión pública, marcando un camino que otros países podrían seguir.