Con la creciente popularidad de los videojuegos en streaming y la conveniencia del juego en la nube, configurar un sistema casero para aprovechar estas tecnologías puede ser muy atractivo. Utilizando aplicaciones de código abierto como Sunshine o Apollo para crear un servidor de streaming en tu PC, y Moonlight o Artemis para conectarte desde cualquier dispositivo, puedes acceder a tu colección de juegos desde cualquier lugar del mundo. Estas aplicaciones permiten una experiencia casi perfecta con latencia mínima, siempre que las conexiones tanto del servidor como del cliente sean estables y preferiblemente a través de cable Ethernet.
Para complementar esta configuración, se puede activar la tecnología Wake on LAN (WOL) en la BIOS y en Windows, permitiendo que el PC se encienda de forma remota. En caso de querer una solución más sencilla para encender el PC desde fuera de casa, se puede utilizar un enchufe inteligente, asegurándose de configurar la BIOS para que el ordenador se encienda automáticamente cuando se restaure la corriente.
Para acceder a tu PC desde fuera de tu red local, se deben ajustar algunos parámetros de red, como abrir ciertos puertos en tu router y fijar tu dirección IP local para asegurar que no cambie. Además, el uso de un servicio DDNS puede superar el problema de las IP públicas dinámicas, ligando un dominio a tu IP actual y permitiéndote conectar siempre con la misma dirección en Moonlight.
La configuración inicial puede requerir algo de esfuerzo, especialmente configurar aplicaciones para que se inicien automáticamente con Windows y ajustar la seguridad para el acceso remoto. No obstante, una vez configurado adecuadamente, la experiencia de juego en streaming desde tu PC casero puede ser excelente, ofreciendo alta calidad sin importar dónde te encuentres, siempre que la conexión a internet sea adecuada. Esto permite disfrutar de nuestros juegos favoritos sin necesidad de estar físicamente junto al PC, ofreciendo una forma flexible y cómoda de disfrutar del gaming hoy en día.