Un ingeniero de Google se mudó a un camión aparcado en el campus de la empresa. Se ahorraba el alquiler y el 90% de su sueldo

El elevado costo de la vivienda en ciudades como San Francisco ha incentivado soluciones alternativas para enfrentar los gastos de alquiler o compra. Brandon, un ingeniero de software de 23 años que realizó prácticas en Google, encontró una manera peculiar de evitar los altos costos de vivienda optando por residir en un camión. Esta decisión le permitió ahorrar significativamente, puesto que sus únicos gastos fijos eran el seguro del vehículo, beneficiándose también de las instalaciones de Google para necesidades básicas como alimentación y aseo.

Brandon, al mudarse a San Francisco, tuvo la opción de alojarse en pisos corporativos de Google, pero los precios eran desorbitantes, pagando aproximadamente 2.000 dólares al mes por compartir habitación. Al darse cuenta de que esa suma de dinero era excesiva para el poco tiempo que pasaba en casa, decidió adoptar un estilo de vida más austero y económico. Compró un camión Ford del 2006 por 10.000 dólares, utilizando un adelanto de su contrato con Google, y lo adecuó para vivir en él. Facilitado por la infraestructura de Google, que incluye servicios de comedor y gimnasio con duchas, Brandon logró una manera de vivir con un mínimo de gastos, permitiéndole ahorrar cerca del 90% de su salario neto.

Esta estrategia de ahorro le ha facilitado pagar sus préstamos estudiantiles de forma acelerada y realizar inversiones, destacándose como una alternativa eficaz frente a los costosos alquileres de la ciudad. Además, el vivir cerca de su lugar de trabajo le ha liberado de las complicaciones del tráfico, añadiendo calidad a su vida cotidiana. Brandon ha compartido su experiencia a través de un blog, donde relata las ventajas y desafíos de su elección de vida. A pesar de la singularidad de su situación, Brandon no es el primer empleado de Google en vivir de esta manera, pero ha logrado mantener una relación armoniosa con la seguridad del campus. Su historia destaca no solo como una táctica de ahorro, sino también como un comentario sobre el estado actual del mercado inmobiliario en ciudades tecnológicamente avanzadas.