un ordenador cuántico «real» antes de 2030

SpinQ, una destacada compañía china en la fabricación de ordenadores cuánticos, ha innovado el mercado en 2023 al lanzar un equipo cuántico compacto, muy distinto a los grandes ordenadores cuánticos conocidos de empresas como IBM, Google o Honeywell. A diferencia de estos, que utilizan cúbits superconductores o trampas de iones, SpinQ emplea una tecnología de resonancia magnética nuclear (NMR) para medir los estados de espín de átomos en moléculas. Esta metodología no solo hace más accesible la operación de sus cúbits en condiciones ambientales menos exigentes, sino que también reduce los costos comparativamente.

La compañía posee estrechos lazos con el gobierno chino, reflejando la importancia que este otorga a las tecnologías cuánticas, y ha recibido subvenciones que subrayan la alianza entre la industria y el Estado en este sector. SpinQ ha presentado equipos cuánticos como los modelos Gemini Mini y Mini Pro, de dos cúbits, y Triangulum II, de tres cúbits, a precios notablemente inferiores a los de la competencia internacional, aunque siguen siendo más caros que los PC tradicionales. La versión más avanzada, Triangulum, tenía un precio aproximado de 56.000 euros en 2023.

Más allá de sus proyectos orientados a la educación y la investigación científica, SpinQ tiene aspiraciones más ambiciosas. Se halla en proceso de desarrollar un ordenador cuántico de 100 cúbits para antes de 2025, y proyecta construir una máquina capaz de resolver problemas del mundo real antes del fin de la década. Este objetivo implicaría miles de cúbits superconductores y mecanismos avanzados de corrección de errores. La competencia global en computación cuántica es feroz, con gigantes como IBM también en la carrera por lograr ordenadores cuánticos comercialmente viables. La posición de SpinQ, respaldada por el gobierno chino y su enfoque en tecnologías cuánticas, la posiciona como un jugador clave en el desarrollo futuro de la computación cuántica.