OpenAI, en su búsqueda por encabezar la industria de la inteligencia artificial (IA), ha logrado recaudar 6.500 millones de dólares en capital de riesgo, superando su fase de quema de capital intensivo. Este financiamiento le permite alcanzar una valoración de más de 150.000 millones de dólares, situándola entre las inversiones privadas más significativas históricamente, al nivel de empresas como SpaceX. A pesar de la magnitud de esta ronda de financiación, organizada por Thrive Capital, algunos rumores sobre la participación de multinacionales como Apple y Nvidia no se concretaron, manteniendo Apple una postura neutral.
La inyección de capital es crucial para OpenAI, cuya operación de entrenar modelos de IA es muy costosa. A pesar de la inversión previa de Microsoft de más de 10.000 millones de dólares, los ingresos generados por sus productos, incluidos la API de sus modelos y ChatGPT, aún son bajos. OpenAI, mediante una publicación en su blog, ha declarado que este nuevo capital le permitirá incrementar su liderazgo en investigación de IA, ampliar su capacidad de computación y desarrollar herramientas para resolver problemas complejos.
Este avance se produce en un contexto donde OpenAI ha experimentado cambios significativos, incluida la pérdida de miembros fundacionales y una crisis de liderazgo con la destitución y posterior restitución de su CEO, Sam Altman. La compañía parece estar alejándose de sus orígenes altruistas para atraer más inversiones. En los últimos años, OpenAI se ha posicionado en el centro de la IA con lanzamientos como ChatGPT, GPT-4, un avanzado modelo de voz al estilo ‘Her’, y el modelo de «razonamiento» 01, reflejando su crecimiento y presencia continua en la vanguardia de la tecnología de IA.
