En un mundo donde la ciencia ficción cada vez se asemeja más a la realidad, Argentina anuncia la creación de la Unidad de Inteligencia Artificial Aplicada a la Seguridad (UIAAS). Inspirada en la premisa de «Minority Report», esta unidad pretende utilizar inteligencia artificial para anticiparse a la comisión de delitos. Esta medida coloca a Argentina en la lista de naciones que incorporan tecnologías avanzadas en sus estrategias de seguridad, como Estados Unidos, China, y la Unión Europea, entre otros. La iniciativa contempla el uso de ciberpatrullaje, análisis de redes sociales, vigilancia aérea con drones, y el reconocimiento facial a través de cámaras de seguridad en tiempo real.
Esta resolución del Ministerio de Seguridad busca mejorar la eficiencia en la prevención y persecución del delito, alcanzando incluso la dark web. Sin embargo, el empleo de dichas tecnologías no está exento de polémica. En países como el Reino Unido, el uso del reconocimiento facial ha generado preocupaciones sobre privacidad y vigilancia masiva, mientras que en Estados Unidos ciudades han renunciado a esta tecnología debido a las críticas de organismos de derechos civiles. China, por su parte, ha implementado un extenso sistema de videovigilancia sin enfrentar mayores obstáculos locales en materia de privacidad.
El planteamiento de la UIAAS también incluye el análisis de datos históricos para predecir futuros crímenes, lo que plantea interrogantes sobre la legalidad, transparencia y resguardo de la información personal. La Facultad de Derecho de la Universidad de Palermo señala que en prácticas similares se han omitido principios de legalidad y transparencia. A pesar del potencial para mejorar la seguridad, el camino hacia la implementación de la IA en la lucha contra el crimen en Argentina parece requerir de un cuidadoso balance entre innovación tecnológica y respeto a los derechos individuales.
