En los últimos años, ha habido una tendencia notable en las grandes empresas tecnológicas de reducir su plantilla como medida para agilizar sus operaciones y enfocarse más en desarrollar y eficientizar sus departamentos de tecnología, especialmente en áreas como la inteligencia artificial (IA) y el desarrollo de software. Este fenómeno se ha visto reflejado en Microsoft, que, según informes recientes, ha iniciado otra ronda de despidos siguiendo una estrategia ligeramente diferente a sus previas acciones.
En la actual ronda de despidos, Microsoft busca principalmente reducir los niveles intermedios de gestión y los puestos que no están directamente relacionados con el coding o desarrollo de software. Este movimiento tiene como objetivo principal reducir la jerarquía y aumentar la agilidad de los equipos de desarrollo, permitiendo a la compañía reaccionar con mayor rapidez a los cambios del mercado y enfocarse más en el crecimiento de áreas tecnológicas clave.
Charlie Bell, un alto ejecutivo en Microsoft, se ha mencionado como uno de los promotores de esta iniciativa, sugiriendo que la idea es redirigir los recursos humanos hacia el desarrollo, siguiendo un modelo similar al implementado en Amazon Web Services, donde la proporción deseada es de diez programadores por cada gerente.
Aunque los programadores en sí no son el objetivo principal de los despidos, se indica que Microsoft podría aprovechar esta reestructuración para evaluar el rendimiento de sus empleados, incluidos los desarrolladores, y potencialmente despedir a aquellos cuyo rendimiento haya sido consistentemente bajo. Este criterio se basa en el sistema de evaluación interno de la compañía, el cual categoriza el rendimiento promedio en 100, destacando así a aquellos que caigan por debajo de un cierto umbral como candidatos para la reducción de personal.
Esta tendencia de reducir la burocracia y focalizarse más en el desarrollo tecnológico es reflejo de un movimiento más amplio dentro de la industria tecnológica, que incluye a grandes jugadores como Google y Amazon, quienes también han llevado a cabo despidos masivos en un esfuerzo por simplificar sus operaciones y mantenerse competitivos en la carrera tecnológica global, especialmente en áreas de rápido crecimiento como la IA.