Volkswagen ha anunciado una inversión significativa, de más de 200 millones de dólares, para desarrollar sus propios chips avanzados en China. Este movimiento es parte de su estrategia «En China, para China» y tiene como objetivo diseñar chips que impulsarán sistemas de conducción semiautónoma en los vehículos destinados al mercado chino. Estos chips tendrán una potencia de procesamiento de entre 500 y 700 TOPS, lo cual es comparable al procesador Thor de Nvidia. Este desarrollo es una colaboración con Horizon Robotics, especializada en inteligencia artificial, a través de la empresa conjunta Carizon.
La decisión refleja un cambio en la estrategia de Volkswagen, adaptándose a las demandas tecnológicas del mercado chino, donde las regulaciones prohíben que los datos de conducción recopilados en el país salgan de sus fronteras. Este enfoque también implica una división en la producción de Volkswagen, desarrollando vehículos con tecnología y arquitectura electrónica china (CEA) para el mercado local, mientras que el resto del mundo seguirá una línea diferente.
La entrada de Volkswagen en el desarrollo de chips propios afronta el desafío de las tensiones geopolíticas y la guerra de chips, así como la necesidad de reducir la dependencia de proveedores externos. La colaboración con empresas chinas, como Xpeng para sistemas de conducción semiautónoma, demuestra la importancia de aliarse con compañías locales para adaptarse a las innovaciones tecnológicas y mantener la competitividad.
Este movimiento estratégico no sólo refleja la adaptación de Volkswagen al dinámico mercado automotriz chino sino también la creación de dos ecosistemas tecnológicos paralelos: uno para China y otro para el resto del mundo. El presidente y CEO de VW China, Ralf Brandstätter, destacó la profundización en la implementación de la estrategia «En China, para China», indicando la importancia de dominar las tecnologías locales para sobrevivir y prosperar en el mercado chino.
