Worldcoin, un proyecto de criptomoneda respaldado por Tools for Humanity que promete revolucionar el concepto de identidad digital mediante el escaneo del iris, se encuentra suspendido en España desde que la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) le prohibió procesar más datos biométricos. Pese a esto, su recepción ha sido significativamente diferente en otras partes del mundo, donde ha logrado acumular diez millones de usuarios y realizar un promedio de siete transacciones por segundo. Sin embargo, el proyecto enfrenta un desafío inesperado: una escasez de orbes, los dispositivos especializados utilizados para escanear el iris de los usuarios.
Actualmente, hay entre 300 y 500 orbes distribuidas globalmente, insuficientes para satisfacer la creciente demanda. Esta situación se debe al ritmo acelerado de adopción por parte de los usuarios, que supera la capacidad de producción de nuevos dispositivos. La apertura del software de los orbes en marzo, que buscaba impulsar su aceptación en la industria criptográfica, no ha logrado solucionar este cuello de botella en la producción.
La popularidad de Worldcoin ha generado problemas logísticos adicionales, como la formación de grandes filas y muchedumbres alrededor de los dispositivos, aumentando los costos operativos y requiriendo la implementación de medidas de seguridad adicionales. Originalmente diseñadas para ser móviles, las orbes ahora se ven obligadas a permanecer en ubicaciones fijas por períodos más prolongados.
A pesar de estos desafíos, Worldcoin sigue adelante sin un modelo de negocio claramente definido. Su estrategia inicial consiste en regalar dinero a cambio de registrarse y escanear el iris, con la ambición a largo plazo de convertirse en una divisa mundial. Esta visión, que aspira a competir con el sistema bancario e impulsar la adopción de criptomonedas, recuerda a los inicios de OpenAI antes de descubrir las aplicaciones comerciales de su producto. Sin embargo, la viabilidad y sostenibilidad futura de Worldcoin sigue siendo una incógnita.
