Zuckerberg despidió al 5% de la plantilla de Meta «por bajo rendimiento». Sus exempleados aseguran que hay otra razón

Meta, bajo la dirección de Mark Zuckerberg, ha despedido al 5% de su plantilla, justificando la medida como una purga de empleados de bajo rendimiento. Esta acción ha causado gran descontento entre los 3.600 trabajadores afectados, quienes se sienten injustamente etiquetados y preocupados por cómo esta calificación afectará su futuro profesional. En un memorando interno, Zuckerberg anunció la decisión de elevar el nivel de gestión de rendimiento y despedir rápidamente a los considerados de bajo rendimiento. Sin embargo, críticos y exempleados argumentan que esta justificación es una excusa para esconder otros motivos detrás de los despidos, y que personas anteriormente valoradas por su trabajo ahora son repentinamente calificadas como insuficientes.

Los trabajadores afectados han recurrido a las redes sociales y LinkedIn para expresar su descontento y desmentir la versión oficial de Meta, argumentando que se les ha negado injustamente la oportunidad de demostrar su valía y que nunca se les comunicaron deficiencias en su rendimiento antes de su despido. Esta situación ha generado una preocupación significativa sobre el impacto de tal estigmatización en sus carreras futuras, especialmente al buscar nuevos empleos. Expertos en el ámbito del comportamiento organizacional y el reclutamiento han criticado la estrategia de Meta, señalando cómo puede perjudicar tanto a los individuos afectados como potencialmente complicar los esfuerzos de reclutamiento de la propia Meta.

Por otro lado, algunos empleadores y reclutadores ven valor en los exempleados de Meta, apreciando su disposición a hablar abiertamente sobre sus experiencias y defender su profesionalismo. Esta situación no solo ha afectado a los trabajadores despedidos sino también a la reputación de Meta, cuya política de despidos ha sido advertida en foros de usuarios y ha generado escepticismo sobre la cultura laboral de la empresa entre posibles candidatos a incorporarse a su plantilla. Este caso abre el debate sobre las prácticas de gestión de rendimiento y cómo las empresas tecnológicas grandes abordan los despidos en un contexto de reestructuración y ajustes estratégicos hacia la innovación tecnológica, en este caso, el desarrollo de la inteligencia artificial.